En salud pública, es importante evaluar y entender los modelos de consumo de agua alrededor del mundo.
Quedó establecido que la variación de indicadores tales como el volumen total de líquidos ingeridos (es decir la suma del agua y de todas las otras bebidas ingeridas) y los marcadores biológicos de hidratación tiene una relación con el desempeño cognitivo y, cada vez más, con afectaciones a la salud como la disminución de la función renal, la recurrencia de cálculos renales, el desarrollo de hiperglucemia y la prevalencia de ciertos componentes del síndrome metabólico [1-5].
Por otro lado, algunas clases de líquidos han sido vinculadas con efectos adversos para la salud, como el aumento o exceso de peso, la obesidad, el desarrollo del síndrome metabólico y el diabetes de tipo 2 [6-11].
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Liq.In7: una base de datos única
Las encuestas Liq.In7 evalúan de forma homogénea los hábitos locales de consumo de bebida de una muestra representativa de adultos [12-16], adolescentes y niños [15-19] en 3 continentes (Europa, Suramérica y Asia).
Los resultados de estas encuestas se publican en el European Journal of Nutrition. Un primer suplemento, publicado en 2015, ofrece una descripción general de los patrones de ingesta de líquidos en 15 países de 3 continentes [20]. Un segundo suplemento, publicado en 2018, se centra en la evaluación del comportamiento en la ingesta de líquidos en países de Asia y América Latina con base en las últimas encuestas realizadas en 2016 (Indonesia, China, Argentina, México, Uruguay y Brasil) [21].
Datos clave
15 países
17674 adultos (≥ 18 años)
3869 adolescentes (10 a 18 años)
2600 niños (4 a 9 años)
169 000 días de registro
Metodología:
La evaluación de la ingesta de líquidos se realizó mediante un registro específico de líquidos validado de 7 días [22]. Se demostró que este registro de líquidos de 7 días era muy preciso: la diferencia media entre el volumen registrado con el registro de líquidos de 7 días y el volumen calculado con un biomarcador objetivo (agua marcada con deuterio) solo correspondía al volumen de un vaso pequeño (130 mL). El registro de fluidos de 7 días es además confiable. La diferencia media observada entre los registros de líquidos ingeridos realizados en 2 semanas diferentes solo era de 72 mL/d.
Para el análisis, se agruparon los diferentes tipos de líquidos en 8 clases:
Agua: en botella y del grifo
Leche y derivados de la leche
Bebidas calientes: café, té y otras bebidas calientes
Jugos
Bebidas azucaradas: refrescos carbonatados, bebidas energéticas, bebidas hidratantes/deportivas y otros refrescos azucarados (aguas aromatizadas, té y café embotellados)
Bebidas con edulcorantes artificiales / no nutritivos: refrescos dietéticos / sin gas, otros refrescos dietéticos
Bebidas alcohólicas
Otras bebidas
Se actualizaron dos categorías de bebidas en el segundo suplemento:
Jugos 100% (en reemplazo de “Jugos”): jugo natural (verdura/fruta), jugos embotellados 100% de frutas o vegetales, jugo casero recién exprimido, jugo comercial recién exprimido, jugo recién exprimido para llevar.
Bebidas azucaradas, con inclusión de las bebidas a base de jugo: refrescos carbonatados, bebidas a base de jugo, bebidas funcionales (energéticas e hidratantes/deportivas), té y café embotellados y agua saborizada
Referencias:
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