En la persona mayor, los cambios físicos pueden provocar una disminución del agua corporal total y de la función renal, un deterioro cognitivo, una incapacidad funcional, así como una reducción del apetito y de la sed. Este cuadro pueden conducir a la deshidratación, de la que se sabe que afecta la salud de las personas mayores (por ejemplo, aumenta el riesgo de caídas y provoca dificultad para tragar). Muchos dietistas no tienen plena conciencia de las características únicas de esta población ni de la cantidad recomendada de ingesta total de agua para su rango de edad.

Objetivos de aprendizaje

• Explicar los cambios físicos vinculados con la edad que pueden aumentar el riesgo de deshidratación en las personas mayores.
• Explicar la importancia de mantenerse bien hidratado para las personas mayores, y la importancia de conocer las necesidades de hidratación y otras características de esta población.